domingo, 12 de febrero de 2017

Las Falacias Y Su Clasificacion



En lógica, una falacia del latín: fallacia, ‘engaño’.Es un argumento o un postulado que parece válido, pero no lo es. Algunas falacias se cometen intencionalmente para persuadir o manipular a los demás, mientras que otras se cometen sin intención debido a descuidos o ignorancia.
Muchos autores resaltan que un razonamiento falaz no necesariamente posee una conclusión falsa; así como un razonamiento correcto o válido no necesariamente tiene una conclusión verdadera. Los razonamientos falaces no son "falaces" por llegar a una conclusión falsa, sino por un error en su procedimiento. Podría decirse que una falacia es un razonamiento en que la conclusión no se deriva estrictamente de las premisas, aunque parece hacerlo 
LAS FALACIAS Y SUS TIPOS
Las falacias o falsas argumentaciones son errores que infringen las reglas del buen comportamiento del acto argumentativo; se trata de inferencias que no son válidas, pero que cuya forma recuerda a las de las argumentaciones válidas.
Son argumentos que no tienen relación con las tesis puestas en discusión y se los utiliza en las argumentaciones cotidianas: insultar a alguien, amenazarlo, tratarlo de incompetente; pueden servir, además, para obligar al interlocutor a aceptar la validez de una tesis inconsistente.
Algunas falacias afectan al aspecto lingüístico propiamente tal, como ambigüedad, incomprensibilidad de los enunciados, ausencia de significados tras enunciados aparentemente significativos; otras se basan en la manipulación de los hechos.

REGLAS PARA UNA ARGUMENTACIÓN IDEAL

Según Lo Cascio, Van Eemeren y Grootendorst postulan una tipología de las falacias, presentándolas como infracciones a ciertas reglas en las que debe basarse toda buena argumentación. Según estos autores, es importante considerar estas prescripciones de comportamiento argumentativo correcto para así poder valorar la estructura y validez de los argumentos.

LAS DIEZ REGLAS CONSIDERADAS POR ESTOS AUTORES SON LAS SIGUIENTES:
1. Las partes involucradas en la disputa no deben crearse impedimentos recíprocamente.
2. Una persona que expresa una opinión debe estar dispuesta a defenderla si se lo piden.
3. Un ataque a una argumentación debe centrarse en la tesis que ha anunciado el protagonista, sin desviar el discurso, sin presentar la tesis de forma diferente y sin actuar de forma que se le atribuya al antagonista una tesis diferente de la que sostiene.
4. Una tesis debe defenderse solo con argumentos relacionados con ella y que no tengan imbricaciones con otra.
5. Una persona debe aceptar las consecuencias y la existencia de las premisas que deja implícitas y, en consecuencia, debe aceptar que se le ataque en terreno de éstas.
6. Una tesis puede considerarse defendida de forma adecuada si se basa en argumentos pertenecientes a un punto de partida común.
7. Una tesis puede considerarse defendida de forma adecuada si la defensa se desarrolla con el uso de argumentos que reflejan y respetan la praxis y el esquema argumentativo comúnmente aceptados.
8. Los argumentos usados en una discusión deben ser o haberse vuelto válidos, haciendo explícitas algunas de las premisas que quedaban implícitas.
9. Una defensa perdedora debe tener como consecuencia que el sujeto argumentante acepte cambiar su posición, mientras que una defensa vencedora debe tener por consecuencia que el antagonista cambie su posición y retire sus dudas sobre la tesis defendida por el sujeto argumentante.
10. La formulación de la tesis, de las posiciones recíprocas y de los argumentos debe ser lo más clara y comprensible posible.
EJEMPLOS DE RAZONAMIENTOS FALACES
Para crear un razonamiento válido se parte de una serie de premisas para, mediante mecanismos válidos, llegar a una conclusión.
Un ejemplo de falacia es este:
  1. Premisa 1: Los perros son bonitos.
  2. Premisa 2: Doggy es bonito.
  3. Conclusión: Doggy es un perro.
De las premisas dadas no se puede obtener la conclusión obtenida, pero es persuasivo ya que tiene forma de razonamiento correcto: parte de premisas para establecer una conclusión.
La habilidad para crear falacias es importante para que psicológicamente sean más persuasivas.
El siguiente ejemplo es el mismo que el anterior, pero cambiando simplemente un elemento deja de ser tan persuasivo.
  1. Premisa 1: Los perros son bonitos.
  2. Premisa 2: El Everest es bonito.
  3. Conclusión: El Everest es un perro.
Se ha de reseñar que una falacia no es tal porque la conclusión sea falsa, si no porque el razonamiento es erróneo.
La conclusión puede llegar a ser cierta de manera casual. En este caso podría coincidir que hubiese un perro al que llamasen Doggy o El Everest.
Aún acertando la conclusión seguiría siendo una falacia ya que no depende de la conclusión, si no del razonamiento en si mismo.
Considérese ahora la siguiente variante humorística de la falacia de la ambigüedad:
  1. Una hamburguesa es mejor que nada.
  2. Nada es mejor que la felicidad eterna.
  3. Por tanto, una hamburguesa es mejor que la felicidad eterna.
Pocos razonamientos falaces son tan claros como el ejemplo anterior. Muchos de ellos involucran causalidad, que no es una parte de la lógica formal. Otras utilizan estratagemas psicológicas como el uso de relaciones de poder entre el orador y el interlocutor, llamamientos al patriotismo, la moralidad o el ego para establecer las premisas intermedias (explícitas o implícitas) necesarias para el razonamiento. De hecho, las falacias se encuentran muy a menudo en presunciones no formuladas o premisas implícitas que no son siempre obvias a primera vista.

FALACIAS EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA POLÍTICA

Las falacias se usan frecuentemente en artículos de opinión en los medios de comunicación y en política. Cuando un político le dice a otro «No tienes la autoridad moral para decir X», puede estar queriendo decir dos cosas:
  • Usar un ejemplo de la falacia del ataque personal o falacia ad hominem, esto es, afirmar que X es falsa atacando a la persona que la afirmó, en lugar de dirigirse a la veracidad de X.
  • No ocuparse de la validez de X, sino hacer una crítica moral al interlocutor (y de hecho es posible que el político esté de acuerdo con la afirmación). En este último caso, la falacia consiste en evadir el tema, dando sólo una opinión, no relevante, sobre la moralidad del otro.
Es difícil, por ello, distinguir falacias lógicas, ya que dependen del contexto.
Otro ejemplo, muy extendido es el recurso al Argumentum ad verecundiam o falacia de la autoridad. Un ejemplo clásico es el Ipse dixit («Él mismo lo dijo») utilizado a lo largo de la edad media para referirse a Aristóteles. Un ejemplo más moderno es el uso de famosos en anuncios: un producto que deberías comprar/usar/apoyar sólo porque tu famoso favorito lo hace.

Una referencia a una autoridad siempre es una falacia lógica, aunque puede ser un argumento racional si, por ejemplo, es una referencia a un experto en el área mencionada. En este caso, este experto debe reconocerse como tal y ambas partes deben estar de acuerdo que su testimonio es adecuado a las circunstancias. Esta forma de argumentación es común en ambientes legales.

Otra falacia muy usada en entornos políticos es el Argumentum ad populum, también llamado sofisma populista. Esta falacia es una variedad de la falacia ad verecundiam: consiste en atribuir la opinión propia a la opinión de la mayoría y deducir de ahí que si la mayoría piensa eso es que debe ser cierto.

APLICACIÓN DE LOS PREJUICIOS: LAS FALACIAS LÓGICAS 
La falacia lógica es un modo o patrón de razonamiento que siempre o casi siempre conduce a un argumento incorrecto. Esto es debido a un defecto en la estructura del argumento que lo conduce a que este sea inválido.
Las falacias lógicas suelen aprovecharse de los prejuicios o sesgos cognitivos para parecer lógicas. Cambiándose a veces, el error inconsciente o involuntario por una manipulación deliberada. Por eso, las falacias lógicas son los mecanismos automáticos más comunes para poner en práctica los sesgos cognitivos. Algunas importantes falacias lógicas que emplean los sesgos cognitivos se muestran a continuación.

Las falacias se pueden clasificar de diversas maneras. Aquí se proponen estos cinco grupos:
1)      Falacias formales: en ellas se comete un error en la aplicación de la lógica formal.
2)      Errores al generalizar: partiendo de casos particulares se induce erróneamente una conclusión general.
3)      Errores al determinar la causa y el efecto: se comete un error causal.
4)      Falacias en la argumentación: son recursos dialécticos para engañar al interlocutor.
5)      Otros tipos de falacias.
FALACIAS FORMALES
  • Argumento de la falacia: Asume que si un argumento es una falacia entonces su conclusión debe ser forzosamente falsa. Sin embargo, un argumento puede estar mal construido, pero la conclusión puede ser correcta de manera fortuita.
  • Afirmación de la consecuencia: Se comete al razonar según la siguiente forma argumental:
    Si A, entonces B
    B, entonces A
  • Negación del antecedente: Se comete al razonar según la siguiente forma argumental:
    Si A, entonces B
  • No A, entonces no B
ERRORES AL GENERALIZAR
  • Muestra sesgada: Es una muestra que ha sido falsamente considerada como la típica de una población de la cual ha sido tomada.
  • Falacia del centro de atención: Se produce cuando una persona sin criterio asume que todos los miembros o casos de un cierto grupo, clase o tipo son como esos pocos en el punto de mira, que reciben la mayor atención o cupo de atención de los medios.
  • Generalización apresurada o falacia de estadística insuficiente o falacia de muestras insuficientes, ley de los pequeños números, inducción apresurada, falacia del hecho aislado, o secundum quid: Es una falacia lógica en la que se llega a una generalización inducida basada en muy pocas evidencias.
  • Falacia arreglo de bulto: consiste en asumir que las cosas que con frecuencia han sido agrupadas por tradición o cultura en un conjunto deberían estar siempre agrupadas de ese modo.
  • Falacia por asociación: Es un tipo de falacia lógica que sostiene que las cualidades de uno son intrínsecamente o esencialmente cualidades de otro simplemente por asociación. Las falacias por asociación son un caso especial de ignoratio elenchi o red herring en inglés en relación a que el argumento de réplica no tiene que ver con el tema o asunto tratado sino que el asunto es deliberadamente modificado para divergir en un tema mejor defendible.
  • Probar con ejemplo o generalización inapropiada o Accidente (falacia): Es una falacia lógica donde se dice que uno o más ejemplos «prueban» un caso más general. Esta falacia tiene la estructura siguiente: Sé que el caso X de todos los X hace o tiene la propiedad P, entonces todo X tiene la propiedad P.
Errores al determinar la causa y el efecto
  •  Cum hoc, ergo propter hoc: o la correlación o relación entre dos implica que uno es causa y otro efecto, que afirma que dos eventos que ocurren a la vez tienen necesariamente una relación causa-efecto. Se expresa de la siguiente manera: si ocurre A y correlacionada menté después ocurre B entonces A ha causado a B. Esta falacia hace una conclusión prematura de la causalidad incluso sin evidencias que la soporten.
  •  Falacia de la causa simple o efecto conjuntivo o relación espuria: Esta falacia lógica de causalidad ocurre cuando se asume que existe solo una simple causa para un resultado cuando en realidad puede haber un conjunto específico o suficiente de causas que lo hayan provocado. En esta falacia lógica dos sucesos sin conexión lógica, se relacionan causal e incorrectamente debido a un tercer suceso o factor desconocido denominado factor desorientador o variable escondida que los provoca.
  • Post hoc, ergo propter hoc o post hoc o correlación coincidente o causa falsa o non sequitur (‘no le sigue’ en latín): Es una expresión latina que significa «después de esto, luego a consecuencia de esto» es un tipo de falacia que asume que si un acontecimiento sucede después de otro, el segundo es consecuencia del primero. Es verdad que una causa se produce antes de un efecto pero la falacia viene de sacar una conclusión basándose sólo en el orden de los acontecimientos. Es decir, no siempre es verdad que el primer acontecimiento produjo el segundo acontecimiento. Esta línea de razonamiento es la base para muchas creencias supersticiosas y de pensamiento mágico. 
  •  Falacia de la regresión o del retroceso: Es una falacia lógica en la que se asume una causa donde no existe. Este tipo de falacia es un caso especial de la falacia Post hoc, ergo propter hoc. Esta falacia se denomina de retroceso porque se produce cuando se asocia una causa simple a la desaparición o retroceso de un factor. Conduce a las supersticiones y al pensamiento mágico.
  • Falacia del francotirador: Es una falacia lógica donde la información que no tiene relación alguna es interpretada, manipulada o maquillada hasta que ésta aparezca tener un sentido. El nombre viene de un tirador que disparó aleatoriamente varios tiros a un granero y después pintó una diana centrada en cada uno de los tiros para autoproclamarse francotirador. Tiene que ver con el sesgo cognitivo Ilusión de serie donde las personas tienden a ver patrones donde solo hay números aleatorios.
  •  Falacia de dirección incorrecta: Es una falacia lógica de causa en la que la causa y el efecto están intercambiados. La causa pasa a ser el efecto y viceversa. Es un tipo especial de la falacia cum hoc, ergo propter hoc o también de falso dilema.


FALACIAS EN LA ARGUMENTACIÓN
  • Argumentum ad consequentiam o argumento dirigido a las consecuencias:
Es un argumento que concluye que una premisa (típicamente una creencia) es verdadera o falsa basándose en si esta conduce a una consecuencia deseable o indeseable. Es una falacia porque basar la veracidad de una afirmación en las consecuencias no hace a la premisa más real o verdadera. Asimismo, categorizar las consecuencias como deseables o indeseables es intrínsecamente una acción subjetiva al punto de vista del observador y no a la verdad de los hechos.
  •  Petición de principio o petitio principii o fe de origen:
Es una falacia que ocurre cuando la proposición a ser probada se incluye implícita o explícitamente entre las premisas de las que parte el razonamiento.
  • Falacia de las muchas preguntas o pregunta compleja
con la cual, el mero hecho de responder la pregunta implica presuponer en la respuesta algo que no se quiere asumir como cierto. La finalidad de dicha falacia es que el adversario dialéctico asuma en su contestación alguna información que no se quiere conceder bien por falsa o bien porque dicha concesión perjudica gravemente la argumentación que pretende sostener. Para sortear dicha falacia lo idóneo sería no contestar, para no dar información extra que no se desea conceder al interlocutor.
  • Non sequitur:
Las razones dadas para soportar una afirmación son irrelevantes o no relacionadas. Ejemplo: «Me gusta conducir y por eso me compro un Toyota»; reordenando: «Me compro un Toyota porque me gusta conducir», algo que podría ser cierto o no pero que seguramente no era lo que se pretendía decir cuando se especificaba un Toyota.
  • Argumentum ad baculum o argumento dirigido al bastón o al mando o argumento por la fuerza:
Es un argumento donde la fuerza, coacción o amenaza de fuerza es dada como justificación para una conclusión. Es un caso especial negativo del argumentum ad consequentiam. Este tipo de falacia se da en los casos en los que se duda en intervenir o no, en un conflicto. Se basa la decisión en algunos, en la consecuencia de actuar o no actuar, lo que justifica la intervención.
  • Conclusión irrelevante o ignoratio elenchi o refutación ignorante o eludir la cuestión:
Es la falacia lógica de presentar un argumento que puede ser por sí mismo válido, pero que prueba o soporta una proposición diferente a que la que debería apoyar. Aristóteles creía que todas las falacias lógicas podían ser reducidas a ignoratio elenchi.
  • Argumentum ad hominem o argumento dirigido al hombre:
Consiste en replicar al argumento atacando o dirigiéndose a la persona que realiza el argumento más que a la sustancia del argumento. Tu quoque en el que se desvelan trapos sucios suele ser un mecanismo. Ejemplo: Dices que este hombre es inocente pero no puedes ser creíble porque tú también eres un criminal.
  • Falacia del hombre de paja o argumentum ad logicam:
Es una falacia lógica basada en la confusión de la posición del oponente. Generar un «hombre de paja» es crear una posición fácil de refutar y luego atribuir esa posición al oponente para destrozarlo. En realidad el argumento real del oponente no es refutado sino el argumento ficticio que se ha creado. El nombre viene de los hombres de paja que se usan para entrenar en el combate y que son fáciles de abatir.
  • Argumentum ad silentio o argumento dirigido al silencio:
Consiste en considerar que el silencio de un ponente o interlocutor sobre un asunto X prueba o sugiere que el ponente es un ignorante sobre X o tiene un motivo para mantenerse en silencio respecto a X. En relación con esta falacia, es necesario hacer referencia a la doctrina jurídico-procesal llamada «de los actos propios», por la cual, en una de sus aplicaciones más frecuentes, si una de las partes en un proceso no alega cierto hecho, dato, prueba o argumento disponiendo de trámite para hacerlo, se presumirá que carece del mismo.
  • Hipótesis ad hoc:
en filosofía y ciencia, ad hoc significa con frecuencia la adición de hipótesis corolarias o ajustes a una teoría filosófica o científica para salvar la teoría de ser rechazada o refutada por sus posibles anomalías y problemas que no fueron anticipados en la manera original. Véase también falacia del francotirador en el que las consecuencias o el orden lógico que se supone debería preverse se desarrolla después de ver los datos.
  • Ad ignorantiam o argumento dirigido a la ignorancia:
Es una falacia lógica la cual afirma que una premisa es verdadera sólo porque no ha sido probada como falsa o que la premisa es falsa porque no ha sido probada como verdadera. Esto es una falacia porque la veracidad o falsedad de cualquier afirmación es independiente de nuestro conocimiento. Si bien es cierto, sin conocimiento o prueba no se puede ejecutar ninguna acción sin riesgo.


  • Falacia del efecto dominó o pendiente deslizante:
    Es un tipo de falacia lógica que argumenta que si se realiza un determinado movimiento o acción en una determinada dirección esta generará un cascada de eventos uno tras otros en la misma dirección. Esta falacia está basada en las falacias de asociación, las falacias de causa simple, las falacias post hoc, ergo propter hoc y sobre todo en la falacia de recurso de probabilidad que conduce a la paranoia.
  • Recurrir a las emociones o dirigido a las emociones:
    en esta falacia el locutor trata de manipular las emociones del receptor, más que usar argumentos válidos, para demostrar la validez o invalidez de los argumentos del contrario. Dentro de esta falacia se encuentran otras como, recurrir a las consecuencias, recurrir al miedo, recurrir a la culpa, recurrir al ridículo, recurso del victimismo y demás falacias en las que las emociones o estados subjetivos de uno o varios individuos se usan como argumento para demostrar la veracidad o falsedad de una aseveración.

  • Recurrir al ridículo:

Esta falacia se parece a la falacia «recurrir a las emociones» porque se presentan los argumentos del oponente de modo que estos parezcan ridículos o irrisorios. Con frecuencia esta falacia es una extensión de un intento por crear una falacia de hombre de paja del argumento actual. Ejemplo: «Si la teoría de la evolución fuera cierta, ¡sería decir que tu abuelo era un gorila!».

  • Argumentum ad náuseam:
Es un tipo de falacia dirigida a las emociones en el que las personas creen que una afirmación es más probable de ser cierta o más probable de ser aceptada como verdad cuanto más veces ha sido oída. Esta falacia está dirigida a las emociones porque el hastío o ad náuseam que se genera subjetivamente o en cada persona por la repetición de la afirmación es tal que puede hacer cambiar el concepto de ésta sin llegar a escuchar ningún argumento válido.

  • Argumentum ad verecundiam o apelar a la autoridad o argumento dirigido a la autoridad:
Esta falacia lógica consiste en basar la veracidad o falsedad de una afirmación en la autoridad, fama, prestigio, conocimiento o posición de la persona que la realiza. Un tipo especial de esta falacia es la falacia argumentum ad crumenam donde se considera más veraz una afirmación porque la persona que la realiza es rica o por el contrario en argumentum ad lazarum porque el pobre o de menor clase quien la realiza. La veracidad de un hecho o afirmación no depende, en último estado, de la persona que la realice sino de las pruebas, evidencias o argumentos que se presenten.

  • Recurrir a la tradición o argumentum ad antiquitatem:
Es una falacia lógica típica en la que una tesis es proclamada como correcta basándose en que ésta ha sido tradicionalmente considerada correcta durante mucho tiempo. En definitiva, «esto es correcto porque siempre se ha hecho de esta manera». Este argumento hace dos suposiciones: 1) que la antigua manera de pensar fue probada como correcta cuando se introdujo (lo cual puede ser falso, ya que la tradición puede estar basada en fundamentos incorrectos); 2) las razones que probaron este argumento en el pasado son actualmente vigentes para hoy. Si las circunstancias han cambiado esto puede ser falso.

  • Falacia de las muchas preguntas o pregunta compleja o plurium interrogationum (‘de muchas preguntas’ en latín):
es una falacia formal que es realizada cuando alguien hace una pregunta que presupone algo que todavía no ha sido probado o aceptado por todas las personas envueltas. Esta falacia es con frecuencia usada retóricamente para dar a entender la presunción o conocimiento de la respuesta a la pregunta por parte del que la realiza. Ejemplo: «¿Sigues saliendo a comer con tu mujer?».

  • Falacia de acentuación:
Se trata de una de las falacias lingüísticas reconocidas por Aristóteles y que era usada por el Oráculo de Delfos. La falacia se construye al realizar una proposición que contiene una parte afirmando o concordando con un tema y otra parte con una objeción o condición. En función de dónde se aplique la fuerza de acentuación se denotará más o menos importancia en un sentido u otro. De esta manera se puede crear una ambigüedad en el sentido de la interpretación. Este tipo de engaño o falacia así como las verdades a medias se da con mucha frecuencia en política ya que permite al político retractarse de lo dicho si las cosas salen mal.

  • Anfibología:
Es un tipo de falacia del lenguaje que se da cuando se emplean frases o palabras con más de una interpretación, o cuyo significado puede cambiar en función de si se insertan comas o pausas. También fueron usadas por el Oráculo de Delfos. Ejemplo: «Persas, quedaos en vuestra casa». Tiene dos interpretaciones: «Persas, quedaos en Persia» o «¡Persas! Griegos, quedaos en Grecia». Ejemplo: «Si luchas con puntas de plata, un gran reino será vencido». Pero, ¿qué reino será vencido, el enemigo o el propio?

  • Falacia de eludir la carga de prueba:
Consiste en asumir que algo es verdad o mentira mediante el simple hecho de no aportar razones que fundamenten la conclusión (silencio), en negarse o en pretender que las aporte el oponente. La expresión carga de la prueba procede del campo jurídico y se expresa en el brocardo: probat qüi dicit non qüi negat (‘debes probar lo que dices, no lo que niegas’), es decir que quien sostiene algo debe probarlo más allá de toda duda razonable. Expresión máxima de esta falacia es la sordera mental de quien se niega a razonar. Como decía fray Luis de León: «Dice y no da razón de lo que dice».

  • Falacia de la verdad a medias:
Las verdades a medias son frases engañosas y falsas, que incluyen algún elemento de verdad. Las frases pueden ser parcialmente verdad, la frase pueden ser incluso verdad pero no toda la verdad del conjunto lo que produce un engaño provocado por omisión. Pueden incluir algunos elementos engañosos como signos de puntuación, especialmente si se intenta engañar, evadir la culpa o malinterpretar la verdad.
  •  Falso dilema o falsa dicotomía o falsa bifurcación:
Implica una situación en la cual solo dos puntos de vista son sopesados como las únicas opciones, cuando, en realidad, existen una o más opciones que no han sido consideradas. Las dos alternativas presentadas suelen ser, aunque no siempre, los puntos extremos del espectro de ideas. En lugar de esta extrema simplificación y pensamiento deseado, sería más apropiado considerar todo el espectro de opciones como en la lógica difusa. 
OTRAS FALACIAS

  • Non sequitur:
Las razones dadas para soportar una afirmación son irrelevantes o no relacionadas. Ejemplo: «Me gusta conducir y por eso me compro un Toyota»; reordenando: «Me compro un Toyota porque me gusta conducir», algo que podría ser cierto o no pero que seguramente no era lo que se pretendía decir cuando se especificaba un Toyota. 
  • Falacia del punto medio o falacia del compromiso o falacia de la moderación:
se genera al asumir que la conclusión más valida o certera es la que se encuentra siempre como compromiso entre dos puntos de vista extremos. La falacia se produce porque la verdad o certeza de idoneidad se basa no en los argumentos sino en premisas subjetivas (se subjetiviza la verdad o mentira de un hecho) de qué es lo que se ha considerado como extremo y qué se considere como punto medio y que se considere que éste es siempre cierto.

  • Recurso de probabilidad o apelar a la probabilidad:
Es una falacia lógica que asume que porque algo es posible o probable, es inevitable que pase. Esta falacia es usada para provocar y promover la paranoia.

  • Hipótesis ad hoc:
En filosofía y ciencia, ad hoc significa con frecuencia la adición de hipótesis corolarias o ajustes a una teoría filosófica o científica para salvar la teoría de ser rechazada o refutada por sus posibles anomalías y problemas que no fueron anticipados en la manera original. Véase también falacia del francotirador en el que las consecuencias o el orden lógico que se supone debería preverse se desarrolla después de ver los datos.

  • Dos errores hacen un acierto:
Es una falacia lógica que ocurre cuando se asume que si un error es cometido, otro error podrá cancelarlo. La falsedad o equivocación en un comentario o acción no hace más necesario, loable o racionalmente prudencial realizar otro acto equivocado en represalia. Este tipo de falacia se reproduce en la ley de talión o en el ojo por ojo.

  • Falacia del costo irrecuperable o falacia de la concordia:
Esta falacia se produce cuando alguien realiza una inversión que parece ser no rentable y razona de la siguiente manera: «No puedo parar ahora, de otra manera lo que he invertido hasta el momento se perderá». Esto es verdad, por supuesto, pero irrelevante para la decisión de si uno debe continuar invirtiendo en el proyecto. Es decir, los argumentos para seguir invirtiendo en el proyecto no se deben basar en el miedo a la pérdida de lo invertido sino en las expectativas de funcionamiento del proyecto ambas cosas totalmente independientes.

  • Argumento del precio o recurrir al dinero:
La falacia del argumento del precio se produce cuando se supone que si algo cuesta una gran cantidad de dinero, entonces debe ser mejor. También se da si se supone que si alguien tiene una gran cantidad de dinero entonces será también una mejor persona en alguna otra faceta.
  •  Pensamiento de grupo:
Una persona comete la falacia de pensamiento de grupo o de pensamiento gremial si la persona usa su orgullo de miembro o de pertenecer a un grupo como razón para apoyar la política del grupo.

Fuestes de informacion.-
1) https://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada
2) http://imaginario-nopensar.blogspot.com/2011/09/las-falacias-y-sus-tipos.html
3) https://manuelbermudezvazquez.wordpress.com/4-tipos-de-falacias/

Enlaces de viedos para una mayor informacion.-
1)  https://www.youtube.com/watch?v=OIHIy_j_VqU
2) https://www.youtube.com/watch?v=I0RuJz8vSmY
3) https://www.youtube.com/watch?v=oWffTCmoTgk
4) https://www.youtube.com/watch?v=RjLwVIB2sBg

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